Los acontecimientos diarios en México nos han mostrado que la guerra no es la mejor opción para enfrentar los problemas. También las protestas de silencio que han realizado muchos ciudadanos en pro de la paz en algunas ciudades importantes del país, nos demuestran que el silencio no logra avanzar en la solución de problemas.
Así que esto nos deja una incógnita, una pregunta diaria que nos hacemos buscando una solución, una luz al final del túnel. Y no es para menos que muchos han optado por ignorar las cosas, dejando pasar el tiempo y esperar a que algo suceda. ¿Por qué? La respuesta es muy sencilla, y es que en nuestro país ya nada es coincidencia. La sociedad se ha venido fragmentando a tal grado que no sabes si tu vecino es delincuente, narcotraficante, misionero, profesor, doctor, albañil, si es desempleado como muchos y ni hablar de si es policía, porque aparece otra pregunta, pero ahora no haremos énfasis en eso. Pero en fin, esta fragmentación es causada por tantos factores que es difícil nombrarlos; en algunos casos se debe al terror sembrado por una guerra entre cárteles, otros por el terrorismo del Estado contra sus detractores, en otros por presencia de paramilitares a orden de empresas que originan terror en comunidades, y podríamos seguir nombrando causas por las que la sociedad pierde la voluntad de unirse con otros ciudadanos.
Y creo que a partir de ahí las cosas empeoran para los ciudadanos inocentes. En ese estado de miedo y paranoia somos blanco fácil para las grandes fauces de los gobierno neoliberales que intentan socavar las bases sociales para lograr un Estado capitalista perfecto, donde los trabajadores no se lleven gran parte de las ganancias con sus sueldos “exagerados” y quedárselos aquellos nuevos señores feudales. También abre paso a las políticas conquistadoras de la gran potencia gringa del norte, que con sus políticas apuestan a crear un estado de excepción en México y lograr infiltrar sus tropas en nuestro territorio para así evitar algún cambio progresista o en pro de los trabajadores que afecte a sus negocios y empresas.
Así que ¿cuál camino debemos tomar? La respuesta más congruente es luchar contra toda manipulación y fabricación del terror para volver a unir a la sociedad. No hace falta que toda una ciudad o un estado se unan de una sola vez. Creo que nuestra mejor opción yace en nuestra comunidad o colonia, en aquellas personas que como tú buscan un cambio para bien. Así que el llamado que debemos hacer a cada vecino y persona que conozcas es a que entren en contacto y se organicen pues la justicia desaparecida está y sólo la gente unida puede recuperarla.
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